Leo y te cuento: Caballo de Fuego ~ Paris

 

No sé por que tardé tanto tiempo en leer a Florencia Bonelli. 

Conocí a su editora, Julieta Obedmnan, allá por 2010, que no paraba de hablar de ella y descubrí con gran alegría, que Congo, segundo episodio de esta saga, estaba dedicado a ella.
 

En algún lado leí que esta cordobesa de mi edad (meses mas, meses menos) es una mujer fina, delicada, amorosa, que colecciona teteras de porcelana (y ella misma me confirmó que es mentira), no tiene televisión por cable ni usa teléfono celular, y que su marido no lee sus libros.

Menos mal jajaja

No voy a contar las razones ni peripecias de cómo y por qué empecé a leer esta trilogía por la mitad, fui al principio, y por razones de fuerza mayor, tuve que irme, al final. Entonces mi viaje fue Congo, con una breve escala en París, para partir a Gaza. Y me quedé varada en algún aeropuerto queriendo volver a Charles DeGaulle. Pero como soy buena y dulce y caritativa como la divina de la autora (que es chancho de metal como yo) voy a empezar como corresponde, por el principio.

Colección Florencia Bonelli en La Nación

La introducción de toda presentación a Caballo de Fuego es que es "su obra mas ambiciosa" y realmente creo que es admirable el trabajo de investigación, documentación e información que este libro contiene, y está tan bien logrado, que hasta lo que es de ficción, no existe, ha nacido con el único proposito de este libro, es verosímil, tangible, real. Casi lloro cuando googlee el libro Cita en París de Sabir Al-Muzara... y no lo encontré :( 

Pero para mi gran alegría, El Jardín secreto sí...

Matilde Martínez es cordobesa, con el pelo rubio largo mas allá de la cintura, hermosa, diáfana, perfecta, no solo en su exterior sino en su interior. Es cirujana pediátrica, dulce, altruista y dedicada, con pasión y entereza, a los niños. Su profesión y el amor que profesa a los mas necesitados, la embaracan junto a su mejor amiga, Juana, también pediatra, a enrolarse en Manos que Curan, asociación internacional de médicos que viajan por los lugares más golpeados de la Tierra para asistir a sus mas débiles víctimas. Ambas deberán viajar a París para tomar un curso acelerado de francés antes de adentrarse en el Congo, su primera misión. En el aeropuerto aparecen el padre de Matilde y su marido, proximamente ex, y a pedido de Juana, accede a que les suban el pasaje a clase ejecutiva.
 

Al mismo tiempo, Eliah Al Saud, nacido francés, hijo de un príncipe árabe, el tipo más sexy sobre la faz de la tierra (si tu fantasía son los jeques arabes forrados en petrodólares, bronceados por las arenas de El Cairo y ojos verdes), maldice su suerte porque su avión tuvo desperfectos (sí, sí, tiene su propio avión, y varios helicópteros también, in your face CG) y tiene que volar en un avión de línea donde no hay pasaje en primera, solo ejecutiva.
 
Él la ve en la espera, y...

Se quedó mirandola porque la muchacha, al ponerse en cuclillas para extraer algo de su mochila, rozó el piso con las puntas del cabello.

Dos páginas después, todo es baba por parte de él. El amor a primera vista sí existe, doy fe de ello, Eliah también.

¿Y él? Lo resumiré con las palabras de Juana:

Este papurri es el del A Men (un perfume) Ta pa'l coito!

  
Como dice Gustavo Cerati "y ya lo sabes, nada es casualidad", terminan viajando juntos en clase ejecutiva, y nace una atracción desesperante.

Después obviamente se encuentran en Paris, en mas de un lugar, inesperados algunos, equivocados otros... 

Se movió hacia ella y le apoyó la boca sobre los labios entreabiertos. El contacto los aturdió a los dos. Ambos lo habian imaginado y anhelado durante esos quince dias de separación; no obstante, lo real superaba las expectativas (...) Él la sujeto por la cintura con un brazo y la pegó a su cuerpo, mientras su lengua, insaciable, la hurgaba hasta ahogarla, y la de ella, valiente, le salía al encuentro, enredándola, incitándola, haciendolo gemir, amando hacerlo gemir.

Y ese solo fue el primer beso, para todo lo demás, leanse Caballo de Fuego Paris y pongan el ventilador a máxima potencia.

La novela es atrapante, al nivel de esas que no te dejan dormir, ni respirar, ni pensar en otra cosa que no sea Al Saud y la novela y la trama. Ya no estoy para estos libros, me desesperan, me quitan la vida, y tengo tanto para hacer...

Matilde es perfecta, demasiado para los canones de la actualidad, pero justamente en su perfección, termina cayendo en los peores errores de los meros mortales.

Mientras lees Caballo de Fuego, llegas a París y lo recorres sin mapa, y sin darte cuenta terminas rodeada por la cúpula del poder de oriente cercano, del bueno y el malo, judíos, árabes y palestinos engarzados en una finisima cadena de coincidencias de padres argentinos con su propia historia de amor (y justo ahora estoy por hincarle el diente a Lo que dicen tus ojos, una especie de precuela de Caballo). Pero además tenés un curso acelerado de mercenarios y tropas de élite, medicina y diplomacia en medio oriente, aviones de guerra y compuestos radioactivos.

Caballo de Fuego - Paris traducido al ingles

La narrativa de Florencia Bonelli es increíble y apasionante, es como tener la capacidad de leer la mente e ir escuchando sus voces interiores en una misma escena, unos y otros, sin pausa. Nunca confunde, ella relata en una misma línea pasiones, pensamientos y sentimientos de los protagonistas. La cadena de causalidades nunca se detiene y a medida que el amor crece entre los protagonistas, tambien las intrigas a su alrededor, romances y desengaños, desencadenando reacciones violentas e inesperadas en las que la inocente Matilde se ve envuelta.

 
El amor es lo que salva y pone en peligro la vida de Matilde: todos terminan enamorándose de ella. Todos también están enamorados de Eliah.

 
El final de Caballo de Fuego - París es absolutamente inesperado y choqueante. Hay una catarata de revelaciones y secretos que nos deja boquiabiertos y un sabor agridulce cierra el libro uno, que solamente el libro dos, que se desarrolla en el Congo, podrá quitarnos de los labios.

Despues de leer Caballo de Fuego, pensé que todas somos Juana, queriendo ser Matilde, para ser amadas por Al-Saud.

La trilogia continua en Congo y Gaza. No te los podes perder!