Leo y te cuento: Amante Oscuro

No soy objetiva con esta mujer. No puedo.

Ni bien me planteé el reto de releer los libros de la Hermandad de la Daga Negra, a la espera de Lover at Last (Qhuay) supe que era una batalla perdida… pero no pude resistirme.

Ya aclaré que no soy “crítica literaria” ni“reseñadora” sino simplemente una lectora que escribe, y como tal, disfruta (o no) de determinadas obras literarias. Leer transforma y hace la diferencia, quiero contribuir un poquito a ello, contándote sobre lo que leo.  

¿Qué puedo decir que no se haya dicho? JRWard ha creado un mundo tan magistral que bien podría ser real. Viviendo en Caldwell, en las afueras de New York,  podrías cruzarte con un vampiro, quedar en el medio de una batalla entre hermanos y restrictores o tener algo en tu poder que sea de valor para esta raza que vive en la oscuridad. Y le podría pasar a cualquiera, como le pasó a la periodista Beth Randall. Una mujer de carácter y personalidad, huérfana y hecha por su propia mano, como cualquier mortal, que no siente encajar en esta vida mundana. ¿A quién no le pasó?

Lo que Beth no sabe, es que es hija de un vampiro, mestiza nacida de una humana, y está a punto de atravesar ese momento crítico llamado transición, con muy pocas posibilidades de salvarse, para convertirse. Y quizás su única chance de sobrevivir es beber del último vampiro de sangre pura que queda de pie en la Tierra, el líder de un pequeño ejército hermanado que ha jurado defender a la especie de sus eternos enemigos, monarca por derecho de nacimiento que no puede ni quiere reclamar el trono. El legendario Rey Ciego. Wrath.

Esa mujer era peligrosa para el. Si podia afectarlo de esa manera sin siquiera estar en la maldita habitacion, podria ser su pyrocant. Su detonador, por llamarlo de alguna manera. Su ticket de ida en el expreso de la autodestruccion. 

Esta muy bueno que cada libro incluye una especie de glosario con la terminologia que ella misma ha creado para su fantastico mundo de vampiros. 

El libro es ágil, dinámico, entretenido. Es la introducción a este nuevo mundo de vampiros que respiran, viven, sudan y matan, animales en su más pura esencia aun detrás de sus ropas de cuero, tecnología de punta y buenos modales. Machos que dominan el mundo hasta que una hembra, a la que reclaman como propia, se adueña del control remoto y a partir de ese momento, son ellas las que mandan. 

Las escenas de sexo, desde el primer beso hasta el orgasmo mutuo mas violento son narrados para derretir los polos, Ward es capaz de no escatimar detalles, sentimientos y sensaciones desnudos como la piel de sus protagonistas, sin perder la clase ni el buen gusto. 

 —¿Quieres saber a qué sabes? Melocotones. Es como comer melocotones. Carne suave en mis labios y en mi lengua cuando chupo. Delicada y dulce en el fondo de mi garganta cuando trago.

Mientras desarrolla la historia romántica de los personajes principales, nos va llevando de la mano para conocer la personalidad de cada uno de los guerreros, de otros secundarios que de a poco irán cobrando protagonismo, de las causalidades que desencadenaran cada una de las historias subsiguientes. Sus personalidades están tan bien definidas y diseñadas que al final del libro ya no necesitaras que te digan un nombre para saber quien esta hablando.

El único bache que yo no pude superar fue los puntos de vista de los Restrictores, humanos desalmados, literalmente, que responden a las ordenes del Omega, contrapartida oscura de la deidad de los vampiros, la Virgen Escriba. Contra esa sociedad, reclutada por el oscuro seños, lucha la Hermandad de la Daga Negra. Y la batalla recién empieza.

Que puedo decir entonces. Me encanto se queda corto. Amor y pasion, lucha, sangre y poder, sexo y vampiros. Todo eso mezclado por una mano magistral y generosa que sigue dandonos todos los años un capitulo mas para no perder la fe. Gracias JR Ward.